legalidades y estilo de vida

Esta preciosa finca original presenta una maravillosa oportunidad para disfrutar de vivir en el corazón de la naturaleza. La propiedad …
Cala San Vicente fue durante siglos uno de los puntos más alejados de la isla. Quien quería llegar aquí, debía asumir un largo recorrido a pie o soportar el traqueteo en un carro tirado por burro sobre pedregosos caminos sin asfaltar. Los alimentos y los productos básicos se llevaban en bote. Su soledad era tan legendaria, que llevó a más de un escritor a comparar esta zona con lejanas regiones del Tíbet. Esto cambió en la década de los 70 con la construcción de varios complejos hoteleros. En la actualidad, Cala San Vicente cuenta con una buena infraestructura turística que incluye restaurantes, bares y tiendas ubicados directamente en el paseo, junto a la amplia arena de playa y frente al brillante mar.
Hay algunos restaurantes de pescado donde los clientes disfrutarán de especialidades mediterráneas mientras saborean una copa de buen vino. Los aficionados a los deportes acuáticos pueden escoger entre el SUP (Stand Up Paddle), los patines acuáticos, el Banana Boat o las tablas de surf. Y a pesar de la falta de sensibilidad urbanística que reflejan los edificios construidos antes de que la sostenibilidad se pusiera de moda, las preciosas vistas del islote Tagomago y su agreste litoral siguen conservando su atractivo. Quien continúe hasta el pueblo del mismo nombre, San Vicente, podrá indagar en su místico pasado cultural, y es que sobre la cala se encuentra la cueva Es Culleram, consagrada a la legendaria diosa Tanit.
Todos tenemos una idea de cómo sería la casa perfecta. Piense en las características que debe tener su hogar
Seleccione los requisitos que debe cumplir, y de esta forma podrá encontrar su casa ideal de entre todas las ofertas disponibles.