legalidades y estilo de vida
Inmuebles en Cala LlenyaTierra roja frente a pinos verdes
La blanca arena de Cala Llenya es fina, y la entrada al mar poco profunda. En esta cala protegida, a unos doce kilómetros de Santa Eulalia, se dan cita tanto turistas como isleños, con la intención de disfrutar de un día de ocio en la playa y de un baño tranquilo en el mar. El ambiente es agradablemente familiar, perfecto para familias que quieran disfrutar del baño con los niños o evitar el bullicio lujoso de otras playas más populares.
Cala Llenya: una bocanada de naturalidad
Cala Llenya es el lugar perfecto para quien disfruta con un cierto toque de encanto rústico. Sobre la cala, en la rojiza costa rocosa cubierta de pinares, hay urbanizaciones construidas hace décadas, sin embargo sigue percibiéndose una bocanada de naturalidad. Ello se debe también en parte al sencillo chiringuito de madera donde pueden comprarse desde siempre tentempiés y bebidas. Y quien quiera animar el día de ocio practicando un poco de deporte, puede alquilar un patín acuático y salir al mar. Tampoco debería faltar el tubo de esnórquel, porque bajo la superficie marina hay un gran número de fantásticas criaturas. También merece la pena darse un paseo por la costa. Normalmente, los domingos hay algo más de jaleo en esta cala, ya que se encuentra muy cerca del mercadillo de Cala Llenya. En él encontrará puestos de venta, paella y música en directo.